Una de las boas fue rescatada en una finca por el cuerpo de bomberos y la SAMA del municipio de Chigorodó, la cual mide aproximadamente 4 metros y se encuentra en proceso de muda (cambio de la piel).
Para el procedimiento de las liberaciones se tuvieron en cuenta que las condiciones ambientales naturales fueran aptas para la supervivencia de los individuos.
Estos especímenes ayudan a la regulación de las poblaciones de las cuales ellas se alimentan, son controladores de insectos que pueden ser plagas para los bosques y algunos cultivos.