Con tres retroexcavadoras y sin ningún tipo de autorización, operarios adelantaban la construcción de un canal de 1,2 kilómetros de longitud, 2,5 metros de profundidad y 8 metros de ancho, sobre el cual pretendían desviar el río Juradó de su trayecto natural de 4 kilómetros antes de su desembocadura al río León. Este importante río nace en la serranía de Abibe.
Atendiendo una queja de miembros de la comunidad, funcionarios de la Corporación Ambiental se desplazaron hasta el sitio y suspendieron el avance de las obras, con las cuales, según las denuncias de los habitantes, se pretendía secar los terrenos y cultivar palma de aceite.
Vanessa Paredes Zúñiga, Directora de CORPOURABA, advirtió que la desviación del río Juradó en este sector cercano a su desembocadura traería enormes daños ambientales y perjuicios a la comunidad, como fuertes inundaciones de cultivos y viviendas, desplazamiento de fauna que habita en la ronda hídrica, aceleramiento de procesos erosivos, afectaciones a la actividad agropecuaria y alteraciones en la dinámica de funcionamiento del río, entre otras.
La funcionaria agregó que además de suspender las obras de desvío del cauce por parte de sus funcionarios, CORPOURABA inició un proceso sancionatorio ambiental en contra de los posibles infractores.
CORPOURABA extiende una invitación urgente a la comunidad a hacer veeduría permanente y denunciar alguna eventual reanudación de trabajos en este sector, mientras se adelanta el proceso sancionatorio.
La Corporación les recuerda que está prohibido realizar todo tipo de desviación de cauces de gran impacto sin la autorización de la autoridad ambiental, ya que estas acciones ponen en riesgo los ecosistemas y la calidad de vida de las comunidades.